Por Esteban Ortiz Mena
Diario Hoy, 14 de marzo de 2010
Es conocido el vínculo entre la plástica, la música y la estética. Inspiradora la una de la otra, acompañante y complemento básico. Así como tantos han escrito de toros; también le cantan artistas sensibles. No me quiero detener en el género musical que acompaña a los toros; sino en la universalidad de cantautores contemporáneos que, sin dejar de ser lo que son, también disfrutan de un espectáculo lleno de matices. Y lo expresan.
Sabina ha cantado al torero. Lo exalta y lo admira: ser “banderillero en Cádiz”, ha dicho. Fascinación por José Tomás, por un arte lleno de verdad, sonetos, poemas, canciones. Y Serrat también. Hasta ha toreado de salón en Central Park. ¡Hay que tener arte! Tanto, que ha puesto voz y música a poemas taurinos de Miguel Hernández, cantados en su nuevo disco.
También es famoso el disco que Aute grabó con Silvio Rodríguez, quienes empiezan con el tan taurino deseo de suerte. Hace poco también dijo que “ningún aficionado va a las corridas por sadismo, a ver sangre. Todo lo contrario… ese aficionado va en busca de magia, de belleza, de eso que llaman 'instante que detiene el tiempo'; una emoción difícilmente explicable pero que hasta el más lego en la materia, también experimenta”. Sobran las palabras.
Es conocido el vínculo entre la plástica, la música y la estética. Inspiradora la una de la otra, acompañante y complemento básico. Así como tantos han escrito de toros; también le cantan artistas sensibles. No me quiero detener en el género musical que acompaña a los toros; sino en la universalidad de cantautores contemporáneos que, sin dejar de ser lo que son, también disfrutan de un espectáculo lleno de matices. Y lo expresan.
Sabina ha cantado al torero. Lo exalta y lo admira: ser “banderillero en Cádiz”, ha dicho. Fascinación por José Tomás, por un arte lleno de verdad, sonetos, poemas, canciones. Y Serrat también. Hasta ha toreado de salón en Central Park. ¡Hay que tener arte! Tanto, que ha puesto voz y música a poemas taurinos de Miguel Hernández, cantados en su nuevo disco.
También es famoso el disco que Aute grabó con Silvio Rodríguez, quienes empiezan con el tan taurino deseo de suerte. Hace poco también dijo que “ningún aficionado va a las corridas por sadismo, a ver sangre. Todo lo contrario… ese aficionado va en busca de magia, de belleza, de eso que llaman 'instante que detiene el tiempo'; una emoción difícilmente explicable pero que hasta el más lego en la materia, también experimenta”. Sobran las palabras.
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